El uso justo es un principio de la legislación estadounidense sobre derechos de autor que permite a una persona utilizar una obra protegida por derechos de autor sin el permiso del propietario de los mismos en circunstancias muy limitadas.
El uso legítimo se limita a fines muy específicos, entre los que se incluyen: noticias/información, crítica, comentario, enseñanza, docencia o investigación, que sirvan al interés público.
Aunque existen cuatro factores, enumerados a continuación, que los jurados y tribunales sopesan a la hora de determinar si un uso es justo, ninguno de ellos es determinante:
- La finalidad y el carácter del uso, incluido si el uso es de naturaleza comercial o tiene fines educativos sin ánimo de lucro.
- La naturaleza de la obra protegida por derechos de autor.
- La cantidad y la importancia de la parte del material protegido por derechos de autor sustraído
- El efecto del uso sobre el mercado potencial o el valor de la obra protegida por derechos de autor.
Existen muchos conceptos erróneos sobre el uso justo. Por ejemplo, el uso de material protegido por derechos de autor con fines humorísticos (como la sátira) no es uso legítimo; sólo lo son las parodias en las que se hace burla de la obra original protegida por derechos de autor. Utilizar una obra protegida por derechos de autor con fines no comerciales, como en tus redes sociales personales, tampoco es uso justo.
En general, la mayor parte del uso de material protegido por derechos de autor de otra persona sin autorización no se considera uso justo según la ley de derechos de autor.
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